Monte Albán, Oaxaca

 

Monte Albán se halla situado en los alrededores de la ciudad de Oaxaca, capital de estado del mismo nombre. El sitio se localiza en la cima de una colina aproximadamente a 400 metros de altitud sobre el fértil valle de Oaxaca, a una altitud de 1,550 msnm. Monte Albán es una colina moldeada por el hombre con el fin de edificar un complejo arquitectónico en el que colindan construcciones religiosas, edificios políticos, plazas públicas, palacios residenciales y necrópolis distribuidos en unas 500 hectáreas.

Monte Albán muy pronto apareció en la literatura científica mexicana, ya que la primera descripción del sitio data de 1806. Monte Albán es sobre todo conocido por haber sido objeto de intensas excavaciones por parte de Alfonso Caso de 1931 a 1949. Fue en dicha época que tuvieron lugar la exploración de la gran esplanada con sus monumentos ricos en iconografía y la excavación de las tumbas que se volvieron famosas por sus pinturas murales y el material funeraria que contenían.

Plano del sitio de Monte Albán I (800 a.C-250 a.D)

También le debemos a Alfonso Caso la interpretación de Monte Albán como capital de la “cultura zapoteca”, que en la cronología se situó entre los años 500 a.C. y 800 d.C. El descubrimiento de la Tumba 7, pletórica de material nahua de la Época V, lo llevó a considerar que Monte Albán había conocido una reocupación tardía que llamó “mixteca”. Claro está, en ochenta años, nuestra visión de Mesoamérica ha cambiado mucho. Se considera hoy que Monte Albán es más bien, desde su origen, una capital mesoamericana multicultural. En 1987, la Unesco inscribió el sitio de Monte Albán en el patrimonio cultural de la humanidad. En 1992-1993, un proyecto presidencial enfocado en la valorización turística del lugar permitió la restauración de varios monumentos et la instalación de un museo del sitio de excelente factura. Desde entonces, Monte Albán recibió 650,000 visitantes al año.

En julio de 2009, el INAH me propuso llevar a cabo excavaciones en Monte Albán y reactivar un ciclo de investigaciones. En el marco de un acuerdo bilateral entre el INAH, la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), la Université Paris-Sorbonne (Paris IV) y el Misterio francés de Asuntos Exteriores, se me ofreció dar inicio a un nuevo programa en el conjunto arquitectónico llamado Sistema 7 Venado.

Tumba 240 descubierta en 2011

El Complejo Sistema 7 Venado se encuentra en una banda de tierra aplanada en la cresta sur de la colina de Monte Albán, de 100 m. de ancho por 300 m. de largo, con eje NO-SE. El Complejo Sistema 7 Venado lleva su nombre por un dintel grabado que lleva un signo cronológico indebidamente interpretado como 7 Venado. Como dicha parte del sitio no había prácticamente sido explorada, la cronología y la función de ese monumental conjunto eran desconocidas. Las excavaciones que llevé a cabo desde 2009 permitieron establecer que se trata de hecho del sitio de fundación de Monte Albán que tuvo lugar alrededor del siglo 8 a.C. Después de mil años de ocupación continua, el sitio fue abandonado, sepultado por rituales de alta complejidad, luego reimplanto sobre el mismo cerro, 500 m. más al norte, ahí donde se encuentra hoy.

Dataciones C14 obtenidas

Ese grupo arquitectónico se compone de seis plazas abiertas escalonadas, articuladas por cuatro escalinatas monumentales, de dos patios cerrados, de una esplanada elevada, de tres pirámides altas y de once edificios bajos. El núcleo de dicho conjunto se compone de un patio cuadrado de 35 metros de lado, limitado por montículos en sus cuatro lados, entre los que se halla el templo donde se encontró el dintel epónimo. Las excavaciones permitieron tener acceso a la más antigua arquitectura de Mesoamérica. Pudieron fijarle un nuevo marco cronológico a la ocupación de Monte Albán a partir de un cotejo muy preciso de los trabajos de campo y de más de cuarenta fechas de radio-carbono.

Esas fechas abarcan entre 800 a.C. y 250 a.D. Las excavaciones evidenciaron la intencionalidad y la sofisticación del rito de abandono que movilizó a toda la población del valle durante varios años. El sitio, en efecto, fue recubierto por toneladas de calcita molida manualmente y luego coloreada en negro y en amarillo, antes de ser colocada en varias capas superpuestos, mezclada con tepalcates de cerámica representativos de mil años de producción. No se logra entender ese rito sin saber que los mesoamericanos rompían ceremonialmente su vajilla cada 52 años durante la ceremonia del “fuego nuevo” y conservaban con todo cuidado los fragmentos. Durante la sepultura del sitio hacia el año 250 de nuestra era, después de veinte ciclos de 52 años, dispersaron esas toneladas de cerámica ancestral en la capa de sellamiento. De igual modo, integraron a esa capa de abandono inmensos glifos compuestos por alineamientos de piedras de unos treinta centímetros de altura.

Material de ofrenda

Monte Albán II visto desde Monte Albán I

El sitio de fundación de Monte Albán (ex Siete Venado) debería ser objeto de un importante programa de restauración. Las excavaciones dieron luz a una serie de informes científicos (INAH), así como a una publicación en francés llevada a cabo con Aliénor Letouzé, codirectora del programa, en la editorial de la Sorbona (PUPS). Una exposición sobre dichos trabajos fue inaugurada en 2019 en el museo del sitio de Monte Albán.